viernes, 23 de julio de 2010

Adiós princesa.

Ella era mi princesa, siempre lo fue. Sé que las princesas de los cuentos no fuman porros, ni se drogan ni conducen sin carnet, pero ella no era una princesa de cuento, era real, o así lo creía yo mientras escuchaba a Sir Sabina. Nunca me importó lo que hiciese, hasta hoy jamás la juzgué. Y no es que entendiese que convirtiese en caballeros a todos los ogros del reino, ni que cuando estos se giraran se metiese en las letrinas a follar con el bufón. Nunca comprendí que la cenicienta volviese a casa de madrugada con el vestido hecho jirones y un tremendo colocón y aunque me preocupaban esos cambios en el cuento al verla sana y salva durmiendo su vida como cualquier bella durmiente yo respiraba aliviada y miraba en otra dirección, pese a todo nunca dudé de su papel e intenté ser para ella un hada buena ,aunque sin poderes, una hermanastra mayor que no esperaba de ella más que verla feliz, una amiga en todo momento en quien descargar su frustración cuando algún principito se pasaba de la raya.
Yo ya sabía que era caprichosa y alocada, siempre velé por ella, si bien es cierto que muchas veces en la distancia, pero jamás pensé que al crecer se convertiría en una reina tirana,en un ser ingrato y desarraigado. Sé que de no haberla querido tanto mi dolor ahora no sería tan hondo, ¡pero cuanto la quería!.Tanto, tanto que su traición ha destrozado mi reino ¿cómo podré jamás volver a confiar en cualquier criatura? ¿con quien cantaré a pleno pulmón enfrente de un espejo?.
A partir de ahora no quiero que nadie en mi reino sepa que tengo corazón.

lunes, 12 de julio de 2010

China de la inspiración

Tu voz susurra en mi oído tu nombre.Nunca me resultó tan provocador, tan seductor, tan envolvente. Me seduces con tus palabras, con tus promesas, me invitas a correr por calles oscuras en mitad de la noche. No logro encontrarte ¿dónde estás?. Empiezo acreer que esta carrera tortuosa no va a llevarme a ninguna parte. Cada vez voy mas despacio, ha comenzado a llover y el agua ha empapado mi pelo, ha mojado mi abrigo e piel. El semáforo esta en rojo.
No sé donde ir, no sé donde puedo encontrarte. La lluvia golpea mi cara cada vez con mas violencia, busco la luna ,tampoco la encuentro, nubes negas la abrigan envolviéndola en mantas de seda. LLueven piedras,noto resbalar por mis mejillas líquido caliente que entra en mi boca,está dulce, me recuerda a ti, lamo mis labios buscando más de ese sabor, lo encuentro, me sube la temperatura, aprieto mis sienes con los dos puños, reventarán ,lo sé. Me asusto al ver mis manos manchadas de rojo, es sangre, no duele.
Estoy en el centro de la ciudad, no sé como he llegado aquí ni por donde. Estás tumbado entre cartones mojados, hueles a humedad, no te has afeitado, te quiero, te compro, ¿cuánto vales?. Te ríes de mi ignorancia, te deseo. Tu mano grande, cinco dedos largos y fuertes me agarran por la muñeca y me acercan a ti. Tiemblo ¡ cuánto te deseo!. Tu mano derecha coge mi nuca con fuerza,con violencia me besas. No pongo resistencia. Tus labios están calientes, los muerdo y hago que sangres, me alimento de ellos con un hambre atroz, con gula, con avaricia, con lujuria... los mastico, me deleito en su sabor, no saben,odio esos besos de novela que siempre saben a fresa o a limón, quiero más.
Me obligas a desnudarme bajo la lluvia que empieza a escampar. Me cubres con tu cuerpo mojado y tibio. Soy tuya y lo sabes. Me violas contra la pared, me haces daño, me haces lo que quieres y yo no hago mas que quererte. Ya acabas, una inyección de semen caliente humedece mi cuerpo y resbala por mis piernas. Me besas en la boca, ya saciado de mí, ya no quieres verme. Me visto en silencio y tu me das la espalda. Yo solo quería tenerte.
Te conviertes en aire y vuelas tranquilamente, juegas conmigo, planeas sobre mi cabeza y alborotas mi pelo negro, me soplas en la nariz. Te quiero.
Vuelvo a casa melancólica, más triste que nunca y nunca más feliz. estoy empapada, mis bragas huelen a tu sexo, a ti. Mi mente ya no recuerda tu desprecio y sé que volveré a ti.