jueves, 1 de septiembre de 2011

Al más puro yo.

Sobre escribir:
A veces ,cada vez más, me atrevo a leer a autores "sin nombre",o lo que es lo mismo , sin padrinos.Gente anónima que pulula por la red buscando, qué se yo ¿ser leídos?.Centremonos en ellos y no ya en los grandes,que también los hay.Cuando pienso en las cosas que leo se me van las ganas de intentarlo siquiera,de escribir.
Hay algunos que ilusionados con sus creaciones pululan contentos haciendo alarde de ellas, y hay otros que escriben en serio. Ni quiero ser como los primeros ni me veo capacitada para codearme con los que en realidad me gustan,es así de simple.Soy una mediocre.
Así que con la certeza de que no voy a escribir,me lanzo a contar lo que me de la gana en este blog.No puedo asegurar que lo vaya a contar todo pero sí que contaré lo que quiera,casi como si nadie fuera a leerme nunca (crucemos los dedos).
Y hoy os voy a hablar de mis últimos descubrimientos culturales.Migue Benitez y "el proyecto Matajare".Descubrí un videoclip suyo en youtube y me emocioné,desde que conocí a Extremoduro creo que ningún grupo me ha gustado tanto como este.Pasé dos días escuchando todo lo que había colgado en la red y leyendo todo lo que había escrito sobre él.Cuando muere alguien joven es terrible pero cuando además es un artista es una pena.De todos modos como mi Robe...
Y Covadonga Mendoza. He leído dos de sus novelas y estoy viviendo el fenómeno fan , conocí a Covadonga en una red social y había hablado con ella de temas varios pero después de leerla la veo desde otra pespectiva.Agradecida además de que varias de sus novelas las podamos descargar gratis,ahora que por fin tengo un ebook.Reconozco que la primera vez que lo encendí pensé que jamas me iba a poder acostumbrar a leer en ese cacharrito pero "Liber Umbrae" me ha sido un buen aliciente,la trama y sobre todo esos aires de marisabidilla redicha de la narradaora han hecho de mi primera lectura en ebook una experiencia más que grata.



Sin más,yo.

viernes, 23 de julio de 2010

Adiós princesa.

Ella era mi princesa, siempre lo fue. Sé que las princesas de los cuentos no fuman porros, ni se drogan ni conducen sin carnet, pero ella no era una princesa de cuento, era real, o así lo creía yo mientras escuchaba a Sir Sabina. Nunca me importó lo que hiciese, hasta hoy jamás la juzgué. Y no es que entendiese que convirtiese en caballeros a todos los ogros del reino, ni que cuando estos se giraran se metiese en las letrinas a follar con el bufón. Nunca comprendí que la cenicienta volviese a casa de madrugada con el vestido hecho jirones y un tremendo colocón y aunque me preocupaban esos cambios en el cuento al verla sana y salva durmiendo su vida como cualquier bella durmiente yo respiraba aliviada y miraba en otra dirección, pese a todo nunca dudé de su papel e intenté ser para ella un hada buena ,aunque sin poderes, una hermanastra mayor que no esperaba de ella más que verla feliz, una amiga en todo momento en quien descargar su frustración cuando algún principito se pasaba de la raya.
Yo ya sabía que era caprichosa y alocada, siempre velé por ella, si bien es cierto que muchas veces en la distancia, pero jamás pensé que al crecer se convertiría en una reina tirana,en un ser ingrato y desarraigado. Sé que de no haberla querido tanto mi dolor ahora no sería tan hondo, ¡pero cuanto la quería!.Tanto, tanto que su traición ha destrozado mi reino ¿cómo podré jamás volver a confiar en cualquier criatura? ¿con quien cantaré a pleno pulmón enfrente de un espejo?.
A partir de ahora no quiero que nadie en mi reino sepa que tengo corazón.

lunes, 12 de julio de 2010

China de la inspiración

Tu voz susurra en mi oído tu nombre.Nunca me resultó tan provocador, tan seductor, tan envolvente. Me seduces con tus palabras, con tus promesas, me invitas a correr por calles oscuras en mitad de la noche. No logro encontrarte ¿dónde estás?. Empiezo acreer que esta carrera tortuosa no va a llevarme a ninguna parte. Cada vez voy mas despacio, ha comenzado a llover y el agua ha empapado mi pelo, ha mojado mi abrigo e piel. El semáforo esta en rojo.
No sé donde ir, no sé donde puedo encontrarte. La lluvia golpea mi cara cada vez con mas violencia, busco la luna ,tampoco la encuentro, nubes negas la abrigan envolviéndola en mantas de seda. LLueven piedras,noto resbalar por mis mejillas líquido caliente que entra en mi boca,está dulce, me recuerda a ti, lamo mis labios buscando más de ese sabor, lo encuentro, me sube la temperatura, aprieto mis sienes con los dos puños, reventarán ,lo sé. Me asusto al ver mis manos manchadas de rojo, es sangre, no duele.
Estoy en el centro de la ciudad, no sé como he llegado aquí ni por donde. Estás tumbado entre cartones mojados, hueles a humedad, no te has afeitado, te quiero, te compro, ¿cuánto vales?. Te ríes de mi ignorancia, te deseo. Tu mano grande, cinco dedos largos y fuertes me agarran por la muñeca y me acercan a ti. Tiemblo ¡ cuánto te deseo!. Tu mano derecha coge mi nuca con fuerza,con violencia me besas. No pongo resistencia. Tus labios están calientes, los muerdo y hago que sangres, me alimento de ellos con un hambre atroz, con gula, con avaricia, con lujuria... los mastico, me deleito en su sabor, no saben,odio esos besos de novela que siempre saben a fresa o a limón, quiero más.
Me obligas a desnudarme bajo la lluvia que empieza a escampar. Me cubres con tu cuerpo mojado y tibio. Soy tuya y lo sabes. Me violas contra la pared, me haces daño, me haces lo que quieres y yo no hago mas que quererte. Ya acabas, una inyección de semen caliente humedece mi cuerpo y resbala por mis piernas. Me besas en la boca, ya saciado de mí, ya no quieres verme. Me visto en silencio y tu me das la espalda. Yo solo quería tenerte.
Te conviertes en aire y vuelas tranquilamente, juegas conmigo, planeas sobre mi cabeza y alborotas mi pelo negro, me soplas en la nariz. Te quiero.
Vuelvo a casa melancólica, más triste que nunca y nunca más feliz. estoy empapada, mis bragas huelen a tu sexo, a ti. Mi mente ya no recuerda tu desprecio y sé que volveré a ti.

sábado, 5 de junio de 2010

La tajante dictadura de lo escrito

... no matarás... pero cuando detectaste las miradas lascivas entre el cachorro y la Magdala, ¿Dónde guardaste el secreto que el viejo lo supo?... ¿y las viejas leyes?... salvar el honor de la sagrada familia y conservar intactas las buenas costumbres, ¿era relevante?, ahora viene otra pregunta y luego la siguiente y persiste el escrutinio y entonces verás cómo el sudor nace de tu carne, flagelo del espíritu, ¿y el dolor de la mujer, el hombre... del amor?... demostrar poderío, ¿eso es lo importante?.
... no matarás... piensas... concentras tus labios resecos en las palabras mudas... me crearon para mantener el orden de las cosas a cualquier precio... ahora dices que esa es la esencia de tu sangre... lo escrito es ley y no se discute, se acata y el sistema es bastante claro, ¡nadie!... ni siquiera él puede alterar los designios divinos.., ¿esto es una especie de tiranía celestial o algo semejante, que señala el destino de las cosas y los hombres y se acabó?, porque así sucedió con el estúpido de Judas... ¿recuerdas la combinación de sus pies sucios y mal olientes colgando a dos metros del suelo terrenoso?, acuérdate de la facilidad con que cumpliste la tarea, buscar un traidor para montar la historia, porque se ha visto que a ésta la escriben los traidores, y luego, a desaparecer al malo, infundir en su cabeza un poco de esquizofrenia, paranoia y extremosos grados de remordimientos... ¿por qué no llegó la compasión de la que tanto y tantos han hablado?.

... no matarás... sucedió con el mesías y la pecadora, extinguir su fuego se volvió tú prioridad omnipotente, desaparecer a la Magdala hubiera sido la solución, ¿y sin embargo era necesario ser tan radical?... aparte del cachorro a quién le hubiera importado la ausencia de una puta... y seguirás soñando... la moral conservadora y las pulgas del viejo quizá iban a tolerar los amoríos apócrifos de su benjamín, ¡pero Juan!... buscarás excusas... ¡lo de Juan si no tuvo madre!, debió cuidarse las espaldas, el cachorro sabe cómo es esto, sentirás que la razón está de tu lado... uno siempre anda cerca, él debió ser más discreto... discreto... discreto, repetirás con furia la palabra... discreto, la maldita palabra... discreto... y tus oídos sentirán un taladro en los tímpanos... discreto, ahora recorres tu interior... discreto, la buscas... discreto, y querrás tomarla por el cuello y matarla como a tantos... discreto, con ese coraje que revienta los tejidos, con esas putas ganas de matar... discreto, de volver a matar.
... no matarás... otra excusa, más disculpas... nosotros sólo vigilamos que lo escrito se cumpla, volverá el eterno discurso... no es nada personal, la verdad pesa demasiado, no sabes cuándo, pero cierto día llegó como el piquete de un animal ponzoñoso, se filtró en tus venas, sin prisa, todo cae por su propio peso, ahora no aguantas la carga, no es suficiente esconderse en la penumbra, aún ahí te encuentra, te recuerda lo que eres, miras al espejo... no hay nada, porque eso eres, ¡nada!.


... no matarás... aceptas el destino, por instantes te cuestionas, perdonas... en ocasiones los mandatos son demasiado excesivos y me hacen parecer como el peor hijo de mierda sobre el universo... pero luego contemplas la realidad... eres el peor hijo de mierda sobre el universo, y no tiene caso tomar tus cabellos y arrancarlos con rencor del cuero cabelludo, sí, son unos miserables, pero no menos que el resto de tu cuerpo... no menos que el resto de ti.
... no matarás... así es la sagrada palabra, nos guste o no, hay un pequeño bálsamo... yo no escribí nada, y si yo soy un... no lo dices... él también lo es... y más, qué fácil culpar a los otros, la falta de huevos es común en los cobardes que tiran la piedra y esconden la mano, pero no te sirve ya no funciona no tiene efecto, abusaste demasiado de ese argumento y como cualquier droga, primero te llevó al éxtasis, ahora te hunde... yo no escribí nada, te ahoga... no escribí nada, te hunde... nada, yo no escribí nada, por el viejo que te ahoga... nada, por el viejo que te hunde.
... no matarás... lo has hecho infinidad de veces, ¿quién dejó entrar a la serpiente en el paraíso?, ahora lo recuerdas, no fue ni Eva ni la chingada, ¡fuiste tú cabrón!, tú... tú, y repites con fuerza... tú, tú, tú, tú, y ahí estará de nuevo la evasión... tú, soslayando tu culpa... tú... ¿por qué así?, de pronto sin avisar, sigue, pregunta todo lo que quieras, ¿es buena terapia?... ¡sorpresa!, no lo es; tus manos se han teñido de rojo una y otra vez, la sucia encomienda se volvió el pan de cada día, Julio César, Napoleón, Hitler, Stalin, Gandhi, Luther King, la inquisición, la conquista de América, la Bastilla, Morelos, Zapata, Bolívar, los Yaquis, la raza negra, el 68, Nicaragua, Chile, Argentina... por qué ahora el remordimiento... no es lo mismo un desconocido que morder la mano del amo, pero así es esto... yo no lo escribí, yo no lo escribí, sigue soslayando todo, así es esto y tú lo sabes.
... no matarás..., esquiva la culpa, hay tiempo, raquítico pero lo hay, juzga, júzgalo, siempre lo has hecho, júzgalo juzga juzga júzgalo juzga tu culpa en las barbas del otro, ¿qué no siempre lo haces?, observa, atérrate de la frialdad con la que ordena manchar tus manos, ¿o no fue él quien dio la orden para ahogar a esos estúpidos?, ¿no fue él... no fue él... quien escribió las sagradas leyes... no fue él?.
... no matarás... qué más da culparlo con todas las agravantes, hacer un juicio a sus espaldas mientras él es objeto de halagos por la corte, a la par que sus dedos arrugados jalan un par de uvas del hermoso racimo que la charola de plata le ofrece, para introducirlas despacio en esa cueva mortal de la que han salido las historias del hombre, qué más da, siempre has dicho que el que a hierro mata a hierro muere... ¿no es él quien preside los juicios y sentencia sin piedad los actos mundanos, por qué no enjuiciarlo entonces, qué te detiene que no lo hizo antes?, ¿cuánto trabajo cuesta levantar el arma y dar el golpe... cuánto?.
... no matarás... sonríe, ahora sonríe, vas a sacar una vacilada... la vida da tantas vueltas, un día le hiciste al traidor con el cachorro, se criaron juntos, se entrenaron para esto, un dios, una sombra que ataca destruye y se evapora, una sombra, un dios que ataca destruye y se evapora, y te decías su amigo... vacilada, esto es una vacilada, piensas que afortunadamente él entendió que no fue asunto tuyo... no tuve otra opción, ya sabes... tu padre... mi deber... perdóname... perdóname..., lamentas los malditos segundos en que pronunciaste esa palabra... perdóname, te repites incesantemente, y todavía te paralizas ante la sonrisa discreta que se pinta paulatina entre los labios del lobezno... entre sus barbas mancilladas tras el duro calvario de los días pasados... él dice perdón,... un perdón siempre sereno, conservando la figura erguida, la voz calmada, “yo te obligué a esto... perdón”, pero tú no le crees... no crees que exista alguien capaz de olvidar, capaz de perdonar, no le creíste y no le crees ahora, cuando al fondo de la enorme sala se acerca al viejo y le regala una sonrisa, la misma que te dio, con esos mismos ojos entre abiertos, brillosos, clavados en el interior del cuerpo, desnudando las entrañas, lo más recóndito de los pensamientos... esos ojos que te dan miedo.
... no matarás... ¡mira!, tiemblas, tus piernas están flácidas, sientes cómo se derrumba cada uno de tus poros, los brazos pesan y tiemblan, todo se mueve, ¿sientes nauseas?, no aguantas, ya no aguantas, quieres que salga de una buena vez, la garganta se amarga, la lengua se cubre de ese líquido viscoso, es como la erupción de un volcán devastador, explota cuando ya no resiste tanto fuego en su estómago, quieres que salga... que salga de una puta vez, no es tu problema, no tiene nada que ver con el aprecio, cumples tu deber y ya, para eso te crearon, imponer el orden a costa de todo... de todos, el viejo es terrible, nefasto, aunque no deja de ser el creador, el amo, pero además ¡tú creador!, te contradices, la confrontación interna, nada peor que un debate moral entre uno mismo, eres terco, no es tu problema, insistes, no tiene que ver con el aprecio, iba a suceder tarde o temprano, así está escrito... y si no soy yo, otro lo hará... pero por qué así, no hay respuesta, no sabes dónde está, no alcanzas a entender tanto rencor... es su hijo, el heredero, de cualquier forma esto será para él, no encuentras la lógica al asunto, no hace falta, la lógica se perdió en aquellos maderos, con Magdala, Juan, Judas, con tantos nombres, la lógica se perdió entre los sollozos del cachorro, ¿recuerdas cómo lloró su regreso, recuerdas... ahora lo recuerdas... ahora hayas la lógica?
... no matarás... hay cosas que no encajan, es cierto, pero no cierres los ojos, ya no hay tiempo, se agotó la duda, se están despidiendo, en seguida entrarán a la habitación, no es fácil y aún no lo haces, tampoco lo será en unos minutos y tendrás que hacerlo, como sea él te formó y ha sido el amo desde que tienes memoria, pero no te vayas con la finta, la imagen no siempre refleja la realidad, y la conoces de sobra, además no olvides el origen de la existencia que te pesa, piensa, esto se iba a dar, se tenía que dar... sí, pero no soñaste con ser el responsable, en fin, quieras o no... ha llegado la hora en que el lobezno debe portar la corona... así está designado, es el sucesor y es su derecho, y no eres el más capacitado y ni debes siquiera pensar en alterar la historia, tu oscura presencia sólo forma parte de la tajante dictadura de lo escrito, de manera que basta de diálogo y no se diga más, cuando ingresen, levanta el arma, tómala con fuerza que el cachorro espera esa lealtad, la reivindicación del amigo después de tanto tiempo, no olvides su perdón..., y sobre todo, que no se te olvide, cuando el lobezno haga la señal de la cruz, te acercas sigiloso al viejo, le das el golpe y al caer... lo rematas.
Rogelio Carillo Duarte

Reino de cenizas.

… entonces Tirano saboreó plácido el trozo de carne que segundos antes arrancó al estomago de Fénix. Éste contemplaba enternecido la barbarie con que su agresor le devoraba. Un día sin explicación alguna las dos criaturas se encontraron en la misma dimensión y ante la imposibilidad de regresar a sus respectivos mundos, tuvieron que aprender a convivir y tolerarse uno al otro. Comprendiendo esta tolerancia como que Tirano moriría empeñado en atrapar al ave para desgarrarla con sus afilados dientes y comerla sin piedad. Y el mitológico pájaro aprendiendo que siempre a volar alto y a mayor velocidad, en busca de salvaguardar cada una de sus plumas.
Cuando Fénix decidió bajar a un riachuelo a beber un poco de agua, cometió por primera y última vez el error de pensar que Tirano en ese instante no anhelaba devorarlo, o que se encontraba gozando de una siesta; por desgracia el ave no entendió que en su perseguidor no existía un simple conflicto personal, sino una patológica conducta asesina consecuencia de su idiosincrasia.
Los dientes de Tirano rasgaron lentamente el cuerpo vigoroso de Fénix, y a la mítica criatura se le escapó la vida por los aires. Dejó de sentir aquel dolor que le provocaba el sicario de las grotescas y mortales garras. Entrada la noche y después de consumir hasta la última pluma de la ave, Tirano reposaba bajo el frío sereno provocado por el frondoso bosque. Soñaba que era el rey y tal vez lo era, y que mataba a todas las criaturas de ese planeta, y no erraba, había matado a todo el que se cruzaba en su camino. En eso colapsó un meteoro inmenso en las cercanías del imperio de aquel orgulloso animal e irremediablemente la muerte asistió al entorno, incluyendo a Tirano. Su piel ardió con furia y sus gritos no se quedaron atrás hasta que la vida, su vida, se extinguió con el fuego.
Cierta tarde calurosa tiempo después de aquel colapso meteórico, del montón de cenizas sobrevivientes de aquella bestia criminal, se desató una chispa, la cual fue incrementándose paulatinamente hasta formar un pequeño remolino; éste aceleró su velocidad para crecer un par de metros a lo alto y ancharse otro tanto. Una forma diminuta de pronto saltó de entre de ese barullo. Fénix resurgía de las cenizas del ser que anteriormente lo había devorado; de nada sirvió al depredador saciar su apetito voraz. Enfundado en sus rojizas plumas y a graznido abierto, Fénix nuevamente emprendió el vuelo sin destino claro en busca de mejores tiempos. Su persistencia ante las complicaciones de toda índole era inmortal, mientras que su agresor estaba muerto con todo y su reinado.


Rogelio Carrillo Duarte

Maderalandia

Han pasado tantos años que me he convertido en una antigüedad, pero todo tiene sus ventajas y por ello, ahora vivo en una exposición donde las personas y sobre todo niños, se paran delante de mí y me echan piropos.

Soy especial porque desde hace tiempo soy una de las pocas camas construidas en madera. He conseguido llegar, y perfectamente barnizada, hasta la que llaman ahora, la era del plástico, y claro, las que aún quedamos, somos piezas de museo, pero no siempre ha sido así y hubo una época en que el planeta estaba lleno de árboles. Los muebles se construían de madera y fui protagonista de una aventura que creo acabó mal, pero que si no hubiera sido así, todo sería en estos momentos, diferente.

Me construyeron en Barcelona, en el año 2002, y me colocaron en una tienda de muebles, donde esperé ansiosa a que una familia me comprara, y así, conseguir el deseo de todas las camas: que algún humano, con suerte un niño, descansara encima del colchón que siempre me acompaña, leyera un ratito por las noches, saltara sobre mí, y con sus sueños me llevara al país de sus fantasías, pero la realidad fue muy distinta.

Una familia me compró y, yo contenta, pensé que mis deseos se habían hecho realidad, pero eran unos farsantes, seres del planeta vecino, los temidos canibamuebles que, disfrazados de humanos corrientes, sólo querían acabar conmigo y convertirme en astillas. Cada vez eran más aquellos seres infernales que destrozaban muebles y quemaban los bosques para conseguir su objetivo: convertir la tierra en un planeta similar al de ellos: un lugar donde reinaba el plástico.

Me instalaron en un lugar siniestro, lleno de astillas, serrín, sierras eléctricas, martillos. Era, como luego me enteré, una carpintería clandestina, que se dedicaba a destruir a mis semejantes. De vez en cuando, llenaban sacos con las maderas rotas y las quemaban, utilizando a mis amigos para calentar la casa, en lugar de usar la energía solar que no hacia daño a nada ni a nadie.

Para mayor desgracia, acudieron las termitas a darse un festín a mi costa y fue cuando no pude más y lloré. Lo hice tan intensamente que, las que habían sido mis enemigas, dejaron de mordisquear y me preguntaron el motivo de aquellos llantos.

Les conté la historia de mi vida, y todo lo que había averiguado escuchando a los canibamuebles que me habían comprado. Cuando acabaran con la madera del planeta, ellos dominarían la tierra. El plástico sería el rey y, por supuesto, ellas también serían afectadas, porque no tendrían que comer.

Se les fue la gana de repente. Dejaron de mosdisquear mis patas y, después de discutir mucho entre ellas, salieron en fila hacía el jardín y pusieron en marcha un plan.

Por lo que luego me enteré, ya que pasó a la historia como una batalla ganada, las termitas explicaron la historia a los insectos que vivían en el exterior. Se lo contaron después a los árboles del bosque y aunque eran enemigos de los muebles de madera y de los insectos, decidieron hacer una alianza y luchar contra los canibamuebles. Era mejor convertirse en cama o librería que desaparecer del planeta.
Los árboles estiraron sus raíces, hicieron tambalear la casa donde me tenían secuestrada y así consiguieron que los alienígenas salieran despavoridos y marcharan a su planeta.

Me quedé muchos años sola en el taller. El polvo y las telarañas se adueñaron de mi cuerpo y algún que otro agujero me salió en las patas y el cabezal, pero no me pude enfadar por servir de merienda a unas termitas que a fin de cuentas me habían salvado la vida y también la del planeta.

Mi situación, un día cambió. Una familia de verdad compró la casita del bosque donde llevaba años perdida y todo volvió a ser distinto.

Carmen, la hija mayor de la familia, entró en la carpintería y se me quedó mirando.
—Papá, papá, aquí hay una camita de madera –-gritó como si hubiera descubierto un gran tesoro.
El padre empezó a dar vueltas alrededor mío, pensando, mientras me miraba con los ojos entreabiertos.
—Le daré a esta cama un tratamiento antitermitas, una buena capa de barniz y te quedará muy bonita —dijo a su hija.

Y como una cama feliz viví durante tantos años, que serví de descanso a los hijos de Carmen y a los hijos de los hijos de Carmen.
Mientras yo estaba satisfecha y los humanos seguían creciendo, los árboles continuaron convirtiéndose en muebles y las termitas siguieron merendando a costa nuestra, y a todos nos parecía bien, pero las cosas con el tiempo, volvieron a cambiar.

Los canibamuebles no tienen descanso y como su planeta se les quedaba pequeño, volvieron a venir a Maderalandia, a mi mundo, o así es como lo llamo… Vinieron tantos que ni los insectos ni los árboles pudieron asustarlos. Se fueron adueñando de nuestras costumbres y acabaron con todos los árboles y, como es normal, se dejaron de construir muebles de madera.

Soy una de las pocas camitas de roble que aún existen y por ello, vivo encima de un expositor. Me alumbran unos focos de luz potente y los niños vienen con el colegio a verme. En los libros de sociales, estudian sobre una época pasada en que los humanos respiraban oxígeno, existían árboles y los muebles eran de madera y por ello, como decía al principio, me he convertido en un ser especial.

Maderalandia ahora se llama Plastilandia, pero como todo cambia sin parar, ¿quien sabe el final de la historia?

Yo no lo sé, pero mientras tanto, disfrutaré con mi nueva situación.

DEDICADO A CARMEN, HABITANTE ILUSTRE DE MADERALANDIA.


Carles Calvís Martín
Griselda Martín Carpena

Abril del 2010

jueves, 3 de junio de 2010

Un buen dia. 3/6/10.

Hoy ha sido un buen día,no maravilloso ni explendido pero sí bueno.Para empezar he recibido carta desde Francia,no un email,ni un mensaje de mobil,una carta franqueada,con sobre y sellos.Mi marido y yo hemos hecho la compra en un tiempo record de 45 minutos,viaje de ida y vuelta al super incluido.Mi padre nos ha preparado una paellita de marisco, y no pienso entrar en polémicas de qué es lo que lleva y lo que no lleva la paella,estaba buenísima.Por fín he podido ir a la pelu y taparme las canas,creo que solo las veo yo pero son reales...Y lo mejor de lo mejor: ¡ hoy ha sido dia de libros!.Hemos hecho una escapadita a la capi, ¡ Dios qué de pueblo me estoy haciendo!,y nos hemos tirado en el suelo de la librería a hacer una selección de cuentos, me encanta ver a mi hija en el suelo ojeando libros y desechando los que "tienen la letra muy pequeña" o los que "¡ no tinen ningún dibujo!".
Vista así la vida parece que no te haga falta casi nada para ser feliz.Nada más lejos de la realidad...Dinero,quien piense que el dinero no dá la felicidad o nunca lo ha tenido o lo ha tenido siempre.Claro que hacer la compra de casa sola,recibir una carta que tú mismo has escrito o ir a comprar cuentos sin niños no me produciría la misma satisfacción,por más que llevase la cartera llena...Pero podría mandar que me hiciesen la compra,hacer que me escribiesen un libro entero y llevarme a mis sobrinos de compras...Money makes de moon around!tatatá.
Hoy ha sido un buen dia y punto.