viernes, 28 de mayo de 2010

3:30 Y sumando

¿Sabeís esos dias que prometen ser terribles y acaban no siendolo tanto?,pues hoy ha sido uno de ellos.Me he despertado tardísimo,cosa nada infrecuente ultimamente y bastante normal teniendo en cuenta las horas a las que me acuesto.Pero hoy a mis remordimientos habituales se han sumado los propios del dia,hoy tenía que dejar la casa en orden para recibir visita y se me ha metido en la cabeza que no había más dias para hacer la escalera.Sé que es estúpido hacerlo todo el mismo dia,sobre todo teniendo en cuenta que tengo toda la semana libre para organizarmela como mejor me venga,pero cuando se me mete algo en la cabeza no existe forma humana de hacer que salga,así que lo he limpiado todo, me he metido una ducha revitalizante y me he preparado un té nada tranquilizante.Ya estaba sentandome en el sillón con mi nuevo libro cuando a sonado el telefonillo.5 de la tarde.
Mientras la peque se metía una ducha más que necesaria por fín me he podido sentar en el sillón,con el té ya frio y coger mi novela.Entonces ha ocurrido algo maravilloso ¡una tormenta!.No podía creer en mi suerte,era la excusa perfecta para escaquearme de toooooodas las reuniones sociales que tenía esta tarde.Pero había cantado victoria antes de hora,se me había olvidado por completo que la bicha tenía clase de música de siete a ocho,¿por qué,por-qué?
Pues la niña ha ido a su clase y ya que estabamos fuera hemos hecho la primera visita de la tarde,y no ha estado tan mal.Y eso que habíamos quince personas de pie alrededor de una mesa llena de apetitosa comida que nadie se atrevía a coger y teníamos que hacer turnos para ver el vestido de comunión de una niña que ni siquiera estaba en casa.
Segunda visita:me he llevado envuelto en papel albal un trozo de tarta de arandanos casera.La niña de la comunión tampoco estaba.
Tercera visita:si a mi niña no le entra sueño aún estamos allí,y eso que no conocíamos a casi nadie.Además nos hemos traído a un veterinario del convite que le ha curado los ojos a mi Lola.Gratis y a domicilio.Y lo mejor de todo,con tanta comida y bebida y a las horas que eran a cualquiera le apetecía cenar,así que mi cocina sigue tan limpita como la dejé antes de irme.No ha estado mal del todo,no?
Si alguien se pregunta sobre los comuniantes y el por qué de esas tres reuniones sociales se lo explicaré en otro momento, y es que lo de tomar la comunión en este pueblo dá para un trabajo de antropología,pero afortunadamente ya ha pasado lo peor porque lo que es a mí ,en la misa,que no me esperen.

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