La mula

Todos duermen pero aún no ha llegado a mi cabeza la serenidad de la noche, aún el largo día revolotea en mi cabeza y no logro quitármelo de encima, no consigo que se vaya,que me deje tranquila. Silencio,solo necesito silencio y que siga entrando por mi ventana esa brisa fresca que precede al verano.
Hace apenas un momento me he dado cuenta de que estoy aquí,de que llevo una eternidad aquí y empiezan a enredarse mis raíces en este suelo estéril que antes sobrevolaba. ¿Qué haré cuando deje de ser un hamster y me convierta en árbol?. Hasta ahora ni siquiera se me había ocurrido pensar en ello,de ninguna de las maneras me hubiese imaginado que esta situación fuese real y mucho menos que pasase a ser algo definitivo. Si soy sincera conmigo misma ni siquiera se me había ocurrido pensar que era un hamster,y vaya si lo soy!. ¿Desde cuando soy un hamster?.
Ya no podría asegurar si una vez fui una niña,tal vez sea que los ratones tenemos la memoria corta o que al estar transformándome en un bonsái esté perdiendo la cabeza. ¿Perderé completamente la chaveta cuando sea un arbolillo?. Pero supongo que sí,que nací pequeña, porque si hubiese nacido así de grande mi madre sería una vaca y no una bruja;porque indudablemente todas las madres son brujas,solo que no a todas les gustan los niños,por eso algunos crecen, otros se convierten en cerdos,porque a las brujas si les gusta el jamón,sobre todo el de Jabugo.A mi me tocó ser una mula porque era la mayor y el supermercado nos pillaba lejos,no me quedó más remedio que ser una mula,alguien debía de encargarse de traer las bolsas.
Pero debe de escaparseme algo porque las mulas son grandes y fuertes y los ratones son flojillos y pequeños,y más los hamsters que son los pijos en el árbol genealógico de la familia...no entiendo cómo de mula pasé a conejo,porque debió haber un termino medio,digo yo. Debería preguntarle a mi madre pero desde que compró en la teletienda ese horrible espejo solo habla con él,creo que hasta le ha dejado la herencia...¡qué tragedia!. No por mí,que a mí no me importa ,ya ves que necesidades voy a tener a partir de ahora,un poquito de agua por las noches y un poquito de sol por la mañana. Lo digo por mi hermano,él si que siguió siendo un niño,mi madre lo tuvo justo antes de comprar el espejo,y claro un niño necesita cosas,potitos,pañales. Y cuando crecen es peor porque la gente les mira mal si van desnudos y se ven obligados a taparse,y comprar ropa es caro y más si es de marca,dime tu a mi que hará mi pobre hermano si el espejo se queda con la herencia. ¿Y el espejo? ¿Qué narices hará el espejo? Porque en mi jaula yo no lo meto,de eso nada ,como os decía yo lo que necesito es silencio y no un espejo que no deje de incordiarme,además ¿para que querría yo un espejo si en nada seré una planta?Todo esto es ridículo,completamente absurdo y vergonzoso.
¡Yo no quiero ser un árbol! Yo quisiera ser un pez,como Juan Luís Guerra,y vivir en tu pecera,pero eso si ,yo quiero ser un Beta,nada de compartir mi espacio,¡a quien se acerque lo rajo!Hay que ver que dificiles se ponen las cosa aveces,con lo cómodo que hubiese sido nacer pájaro y echar a volar cuando llega el invierno... mi abuelo se transformó en un gorrión porque estaba harto de todo el mundo,sobre todo de un tío bajito y bigotudo que parece ser le puteó bastante cuando era un crío,le hizo tragarse una película malísima entera,de esas con muchos tiros y sangre, y venía a verme a casa cuando me convertí en Gretel,no me diréis que no es bonito el nombre,pues ni eso pude elegir yo,él nombre venía de serie.
Yo solo sé que no quiero ser un árbol,por lo menos no aquí,en esta tierra infertil. ¿Ves? Ya ha llegado la noche,ya oigo a lo lejos el silbidito de Pepito Grillo,ya han empezado los perros a comentar la jornada.Ahora sí.Ahora ya puedo pensar tranquila.